viernes, 13 de mayo de 2016

La evolución de Barbie, la muñeca Lammily y cómo se venden las muñecas

"La evolución de Barbie" es como se llama en español el vídeo promocional de las nuevas Barbies de diversos tamaños que han salido al mercado recientemente (creo que ya han llegado a todas las tiendas españolas). Muchos medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco de este cambio que, de acuerdo al reportaje de Nuria Barrios para El País Semanal, que podéis leer aquí (gracias por recomendármelo, Maya) en Mattel es considerado como "el renacer de la marca" y "el inicio de una nueva era" para Barbie. De hecho el trabajo para crear esta nueva línea recibió el sugestivo nombre de "Proyecto Amanecer".


Las nuevas Barbies. Imagen tomada del vídeo oficial de Mattel en español "La evolución de Barbie" (Youtube).

Estas muñecas pertenecen a la línea Fashionistas de Barbie y presentan por primera vez muñecas Barbie con diversas alturas y cuerpos: además del cuerpo básico u Original, tenemos las Barbies llamadas Curvy (con una figura más curvilínea y rellena; el contraste con la Barbie estándar es bastante más espectacular que el que parece tener en las fotos), Petite (con un cuerpo más bajo y pequeño) y Tall (con un cuerpo más alto y espigado; como las cajas son iguales para todas las muñecas, cuando está empaquetada el tamaño de la muñeca queda disimulado, pero fijáos cuando tengáis una caja en las manos que sus pies están apoyados en el fondo de la caja frente al resto de muñecas cuyos pies quedan mucho más arriba). Aparte de los tamaños, como viene siendo habitual en esta línea, las muñecas lucen diversas características raciales, y también diferentes estilos de moda bastante actuales. Las muñecas no están articuladas y se presentan adoptando diversas poses con los brazos.


Imagen tomada de la web oficial de Mattel Shop.

De acuerdo al vídeo promocional y a las declaraciones recogidas en el reportaje antes referido, la intención de Mattel es representar la realidad, y como en la realidad la gente tiene diferentes alturas y tamaños, Barbie también. El otro objetivo es que las niñas -en las fuentes antes mencionadas Mattel declara claramente que Barbie "es un juguete para niñas" y siempre se refiere a las niñas, las únicas que aparecen jugando con las muñecas en el vídeo; Barbie evoluciona pero no tanto- se diviertan mucho más al tener más modelos de muñecas donde elegir, con las que sentirse identificadas (se muestra a las niñas explicando a quién les recuerda cada muñeca de su familia o amigos) y más libertad de juego de esta manera, fomentando su imaginación (qué es Barbie lo deciden las niñas, tal y como se declara en el reportaje). Por último, todas las Barbies se consideran diferentes encarnaciones de la belleza, que se presenta así en diversas formas y tamaños: Barbie buscaría enseñar a las niñas a ver las diferencias físicas entre las mujeres como algo positivo frente a un canon de belleza único. "La forma no importa, porque todo es posible" señalan en el vídeo promocional.

Bien, debo decir que estoy completamente de acuerdo con el segundo punto: cuantos más modelos dónde elegir, mejor, más posibilidades de juego y de representar diferentes personajes. No dejo de pensar que de niña me habría encantado que Mattel hubiera hecho esto, en una época en la que no existía la línea Fashionistas e incluso encontrar simplemente muñecas con diferentes tonos de piel era dificultoso. Nadie quiere que sus muñecas sean todas iguales. Eso no sé a quién se le ocurrió. (Yo siempre creí que era por temas de fabricación, pero parece ser que no...).

Sin embargo la intención de "representar la realidad" me parece mucho más discutible. Porque estos cambios no han hecho a Barbie mucho más realista, o al menos no tanto como se dice. 


Afirmar esto con un coche rosa de fondo (de lo más realista) y la configuración de un mundo exclusiva y estereotipadamente femenino resulta contradictorio. Imagen tomada del vídeo oficial de Mattel en español "La evolución de Barbie" (Youtube).

Para que Barbie fuera más realista deberían cambiar muchas más cosas, empezando por el mundo en el que se mueve Barbie, los objetos que utiliza, el diseño de sus casas y vehículos, y otros elementos que ya discutí en un artículo anterior (en el que justamente me preguntaba si aparecerían diseños más realistas de Barbie). Cuando Barbie desempeña profesiones, estas deberían ir más allá que una representación superficial y muy rosa de las mismas; si de verdad quieren ofrecer una representación realista y jugable de una doctora o una policía deberían lanzarse ambulancias, quirófanos y coches patrulla parecidos a los reales y no con una enorme "B" grabada en los mismos y un aspecto fantasioso. Esto sí significaría pensar en los niños y niñas que juegan con Barbie, y esas experiencias más allá de la moda y la belleza que se supone pretenden ofertar ahora. Por último si de verdad quisieran ser "realistas", ofrecerían más muñecos varones (no sólo a Ken y con suerte a Stephen) ya que los hombres también existen en el mundo real, y muñecos que representasen diversas edades... de ambos sexos (¿y por qué no una Barbie madura o anciana? -por cierto que esto ya se ha hecho con otras muñecas, presentar "los padres de" o incluso "los abuelos de", y la propia Mattel en los ochenta lanzó a la Familia Corazón o Happy Family compuesta por un matrimonio ¡con hijos! y los abuelos (que a principios de los noventa quiso renovar con la famosa ¿y polémica? -no sé por qué, supongo que entonces no importaba el ser más "realista"- Midge embarazada y su esposo Alan). Lástima que esta clase de cosas interesantes caigan en el olvido... y parezca que en lugar de avanzar retrocedemos). En suma, volver a Barbie más realista pasaría por cambiar todo el concepto Barbie, incluso mover a Barbie del centro a ser una más en un universo plagado de personajes, familias y posibles relaciones. De hecho el que Barbie hasta cierto punto carezca de "personalidad definida" pese a los esfuerzos por darle una que se han venido sucediendo (la que tiene en Life in the Dreamhouse es prácticamente paródica, y la que adquiere en cada una de las películas es la del personaje correspondiente, siempre una chica maja, pero su edad e intereses fluctúan y se adaptan a las necesidades del guión) casi es una ventaja a la hora de ser "lo que los niños quieran que sea" porque al probar nuevas cosas con ella, en realidad no se estaría corriendo el riesgo de "estropear al personaje" en la medida en que "no existe". Y si existe alguna preocupación al respecto basta con sacar diversas líneas compatibles con Barbie y hacer pruebas.


Abuela y Midge embarazada de la colección Happy Family. Imagen tomada de eBay.

Aunque por otra parte la afirmación de que esto es el futuro de la propia Barbie es precisamente discutible toda vez estas muñecas "especiales" se presentan justamente en una línea no principal, muy concreta. No se integran en la familia Barbie, ni se ofrecen como amigas de Barbie o parientes, ni tampoco se les da un trasfondo propio. Y tratándose de muñecos, lo que son al fin, los compradores pueden plantearse cosas prácticas como ¿lanzarán ropa para la Barbie Curvy o la Barbie Petite? ¿Las sacarán con los muebles y casas de Barbie? Esas serían señales inequívocas de que esto va para adelante. Sobre todo la primera cuestión: en realidad, que las muñecas tengan el mismo cuerpo facilita el poder cambiarles de ropa (teniendo en cuenta que la ropa es cara y no siempre está disponible) y si no se lanza ropa en diversas tallas estas muñecas van a quedar limitadas a esto, van a ser menos versátiles. En principio y de acuerdo a la web oficial de Mattel, van a sacar nuevos modelos (ya se pueden ver en la tienda de Mattel) con la ropa que trae la muñeca y otros dos trajes, para cada talla, aparte de zapatos y complementos. Así que sí parecen querer darle continuidad a las nuevas Barbies. También han intentado que cada muñeca luzca un estilo, y de hacerlas modernas y únicas, originales y llamativas, incluyendo muñecas con melenas teñidas de colores peculiares, como el azul, melenas bicolores o pelo corto o con un lado rapado, desafiando la estética más conservadora de Barbie. Algunas muñecas incluso lucen lunares en la cara. No obstante todavía pueden verse como "las otras" frente al canon de referencia que sigue siendo la Barbie de siempre. Confío en que sigan lanzando modelos, pero no sé en qué acabará este "experimento", porque casi es el tratamiento que de momento está recibiendo la colección. El problema es que el "realismo" se deja para esta línea de Fashionistas, pero no está repercutiendo en los demás productos Barbie.

Y es que merece la pena preguntarse si todo esto no deja de ser una forma de acallar críticas y tratar de quedar bien por parte de Mattel, más que un verdadero cambio del concepto de Barbie. Porque todos conocemos las acusaciones que se le han hecho a Barbie de fomentar un tipo de belleza irreal, de generar incluso problemas de salud y autoestima en las niñas, etc. Lo que a mí me sorprende sin embargo es que se haga tanto hincapié en el "físico" de lo que no deja de ser una representación estilizada de un ser humano, una muñeca cuyas proporciones, como las de tantas otras muñecas, suelen ser completamente irreales, y ya no por cinturas de avispa o piernas larguísimas, sino por sus pies ridículos, sus ojos exageradamente grandes y su desproporción en general que obedece a criterios puramente estéticos y de fabricación. La Barbie ochentera y noventera tenía un tipo diferente al que luce ahora, con los cambios que se le hicieron después justamente de recibir una serie de críticas, para hacerla "más realista", con menos pecho y demás (aunque también la adelgazaron...). Pero en realidad los cambios simplemente se hacen para adecuarla a cánones de belleza -y muñequiles- nuevos o para "rejuvenecerla" o "modernizarla" de cara a su público. Porque las nuevas Barbies no son más realistas que la Barbie clásica. Siguen sin poder tenerse en pie, siguen teniendo proporciones irreales (siguen estando sin articular, y se supone que si son más realistas... la gente en la realidad dobla brazos y piernas ¿no? XD) simplemente ahora son diferentes y "representan" diversos tipos de persona. Pero las representan dentro de un canon Barbie. Porque estas nuevas Barbies son variaciones de la Barbie básica, no un nuevo producto. No un rediseño completo, lo cual también es lógico. Pero como decía al comienzo ¿por qué tanta preocupación por el físico de Barbie? ¿No debería ser más preocupante el sexismo galopante con el que es tratada (la forma de venderla, el universo que la rodea) y la ridiculez con la que se abordan todas sus actividades y oficios últimamente -es triste, pero creo que vivió tiempos mejores en este sentido-, como si no pudiera ser tomada en serio? Si se centran tanto las críticas en el físico, los que critican realmente están contribuyendo a mostrar que lo que más importa en una mujer es su físico, incluso aunque esa mujer sea una simple representación fantasiosa, estilizada, icónica, irreal de un ser humano. El gran logro de Barbie es cambiar de físico. ¡Es capaz de engordar! Pues ya ves, qué gran paso para la Humanidad.

A mí de niña no me importaba si Barbie era más flaca o más gorda, lo que me importaba de su físico era por qué no se podía tocar la cara o por qué costaba tanto trabajo sentarla en sus sillas, me importaba cómo estaba articulada, si el resultado era estético pero también resistente, y que no se le cayeran los zapatos de los pies (si hubiese podido tenerse en pie por si sola...). Esos eran los problemas que me daba el físico de Barbie, lo que yo quería era que su cuerpo estuviera bien hecho, que le sentase bien la ropa, que no se le abrieran los pantalones por detrás, que pudiera jugar con ella calzada, que no se le estropeara mucho el pelo o que pudiera agarrar cosas. Busqué desesperadamente ciertos modelos porque eran lo más parecido a lo que yo quería hacer con la muñeca, y sufrí con los intentos por articularla en condiciones, mi sueño. Y comprobé los problemas que daban "los experimentos" cuando tenían pies diferentes y estaban condenadas a llevar el mismo calzado siempre, o cuando tenían físicos diferentes (cuando sufrí el cambio en el diseño de cuerpos básicos, o cuando me compré una Skipper) y no tenía ropa para ellas (para que pudieran realizar diferentes actividades, no se trata sólo de que luzcan bonitas). Como si estos "detalles" les dieran igual a los niños. Pues no. Eso era lo que me preocupaba, y cuando veía un modelo físicamente diferente lo quería, por la variedad, pero lo de diferentes tamaños ya ni me lo planteaba, me parecía imposible. En suma, lo que me fastidiaba era cómo el propio producto limitaba mis posibilidades de juego, empeñados los fabricantes en decirme a qué tenía que jugar con mi muñeca. Ni qué decir tiene que jugué con Barbies a cosas inconcebibles para los directivos de Mattel, al parecer, y pese a los problemas (técnicos) que me daba el diseño corporal de la muñeca. Jugué a esas cosas que ahora dicen que pretenden fomentar. Pues que no sean censuradas en primer lugar. Y que no se reduzca todo a la estética cuando se rediseña un juguete.

Y es que las niñas (y niños) no necesitan que les "enseñen" no sé qué mensajes a través de sus muñecos, mensajes superficiales diseñados para vender más. Basta con que sus muñecos sean versátiles y les ofrezcan muchas posibilidades de juego, que estén bien diseñados en cuanto muñecos, juguetes, que no les restrinjan la imaginación. Los muñecos son en primer lugar para jugar, y si están bien hechos, y bien pensados, las niñas y niños aprenderán muchas cosas con ellos, porque jugar es aprender también. Lo demás son palabras bonitas y vacías. Barbie Curvy va a enfrentarse a los mismos problemas que Barbie Original. Todos los que he expuesto. Porque como declara Mattel, lo importante es la belleza. Sí, diferentes tipos de belleza, pero ya está. Eso es todo.

Así que me alegro de que existan estas muñecas, pero me parecen un paso lógico y natural, no ese gran paso de gigante o esa gran "revolución" que anunciaban. Y encima a mí esto me pilla tarde, cuando ya ni siquiera colecciono Barbies porque dejó de gustarme su estética y proporciones (como muñeca, no como "representación de una mujer real"), y por los problemas que me daba para jugar o posar en su día -con las MH me quité esa espina clavada y ahora hasta tengo una Elsa "tiesa" (no articulada, pero me ha salido un chiste malo) porque su estética me encanta-; ojalá lo hubiesen hecho cuando Barbie era el referente del mercado y soñábamos con algo así, con algo diferente (la Barbie articulada de ahora también me pilló tarde). 

Si queréis saber lo que son muñecos realistas, aquí os dejo una foto de las muñecas de la marca Hot Toys (ya explicaré por qué las considero muñecas y no figuras) que obviamente son para el coleccionismo adulto (y muy caras): 


Esto es realismo. Y punto. Cuando Barbie sea así, entonces seguro que nadie la critica (sería divertido ver una Barbie creada de esta manera). Imagen tomada de la web oficial de Hot Toys.

Por cierto que esta marca ha resuelto el tema de las diferencias corporales incluyendo unos bodies o fajas acolchadas que se colocan a los muñecos, sobre el cuerpo básico (no sé cuantos cuerpos básicos tienen) para simular barrigas o grasa corporal. De esta manera estos muñecos, que suelen representar a actores y actrices encarnando diversos personajes, obtienen una fisonomía, una vez vestidos, más similar a la que lucen los personajes originales. Por supuesto poseen un nivel de detalle espectacular en todo, incluidos sus accesorios, e incluso puede modificarse la mirada de los ojos. 

Es evidente que todo esto no es factible en un juguete comercial para niños, pero representa lo máximo a lo que puede aspirar un muñeco en cuanto a realismo, en mi opinión. A partir de ahí, cabe preguntarse qué podemos esperar de los muñecos infantiles en cuanto a aspecto y prestaciones técnicas, por así decir. De lo que se trata es de que sean seguros, que no se rompan fácilmente, que sean lavables, atractivos, y como ya expuse, que no coarten la imaginación. Y lo cómico del asunto es que al final los niños siempre encuentran la manera de jugar a lo que quieren con sus muñecos. Pero qué duda cabe de que se lo ponen difícil, la industria juguetera, la publicidad e incluso los propios padres. 

Normalmente lo que se discute es qué hace atractivo a un muñeco. Qué diseño darle estéticamente hablando. Todo irá en función de cómo se venda el muñeco y lo que ofrezca. Nadie se queja de las proporciones de los Pinypon, por ejemplo, supongo que porque son claramente caricaturas. Y sin embargo pueden permitir un juego "realista" igualmente, de roles, de representación de acciones de la vida cotidiana, pero también de fantasías y aventuras -por supuesto tienen otros aspectos criticables-. En el caso de Barbie creo que esta "novedad" obedece más que nada a la presión social y al éxito de ciertas iniciativas como la muñeca Lammily


La muñeca Lammily original. Imagen tomada de la web oficial de Lammily.

Lammily es una muñeca creada gracias a un proyecto financiado por crowfunding y puede comprarse online. La muñeca desde el principio se ha vendido como una alternativa a Barbie, a la que se alude constantemente en la web de su creador y con la que se la compara, y el diseño físico de la muñeca está basado en el promedio de estatura y peso de una chica "normal" de 19 años estadounidense. Se promociona como la alternativa "realista" a Barbie. Ahora bien, como advierte Virginia Postrel en este interesante artículo que os recomiendo leer (está en inglés) Lammily en realidad tiene sobrepeso. Porque sus datos corporales están extraídos de un estudio del Centro de Control y Prevención de Enfermedades que arroja que la chica promedio norteamericana tiene sobrepeso. Y este estudio lo único que revela es que la obesidad es un problema serio en el país, ya que la media se extrae de los datos de chicas con diversos pesos y estaturas, y si la media tiene sobrepeso es que hay más chicas obesas que delgadas. Entonces, tomar esos datos y crear una muñeca que se vende como la alternativa realista a Barbie no está bien. "El promedio es bonito" es el eslogan de Lammily. Pero, como bien apunta Virginia Postrel, es un eslogan engañoso, porque la persona promedio, la media, no existe. Decir que Lammily se parece más a una chica real que Barbie no es correcto. Porque en realidad habría muchas, muchísimas chicas que no se van a sentir identificadas o representadas por esta muñeca, por tanto apelar a esto para venderla es un error. Está muy bien crear una muñeca "con sobrepeso", cuanta más variedad de muñecas mejor, pero no se puede venderla diciendo que es el nuevo modelo a seguir, la alternativa sana y natural a Barbie. Porque hay que recordar que una persona con sobrepeso no está en su peso adecuado a su altura y complexión, en su peso sano. En suma, creo que su creador se equivocó a la hora de diseñarla corporalmente, tal vez en un intento por alejarse lo más posible de Barbie y su "delgadez", cayendo en un peligroso dualismo "soy guapa y delgada, luego soy superficial y estúpida" vs "no estoy delgada, luego hago cosas interesantes e inteligentes". Sobre la belleza de Lammily, a mí personalmente su rostro no me gusta. Me parece bastante soso, y aunque encuentro muy interesante diseñar rostros femeninos sin maquillaje, podría tener una expresión más carismática. Es decir, entiendo la intención, pero creo que se ha llevado mal a cabo, de nuevo porque toda la atención se ha centrado en el cuerpo femenino para dar valor a la muñeca, cuando si se considera que eso no es lo más importante ¿por qué se concentra todo el interés en eso? 

De hecho, la propia Lammily es comparada con la Barbie Curvy en su propio blog. En la propia web oficial de Lammily tenéis una comparativa de los cuerpos de ambas muñecas. 


Barbie Curvy y Lammily. Al final Lammily es conocida como la "Barbie gorda"... y con razón, hasta su creador parece estar de acuerdo. Lo triste es pensar que de haber estado en su "peso" adecuado a sus proporciones no habría llamado tanto la atención. Imagen tomada de la web oficial de Lammily.

Es cierto que Lammily ofrece algunas cosas interesantes, como un set de pegatinas para ponerle granos, cicatrices o estrías a la muñeca, y otro kit educativo sobre la menstruación (Lammily tiene sus propias compresas). También hay una Lammily de piel negra, y ropa que intenta tener un diseño realista aunque quizás peca de ser demasiado corriente o poco estilosa, y creo que de nuevo es por una falsa asociación "feo=interesante, con personalidad, inteligente" vs "bonito=superficial y tonto". A ver, hay algo que no debe olvidarse: son muñecas, objetos, que deben resultar atractivos de algún modo, llamativos, para que nos decidamos a gastarnos el dinero en su compra. Una muñeca puede romper todos los cánones estéticos y ser muy atractiva, pero ofertar una muñeca regulera no me parece la solución. Estoy personalmente en contra de los promedios. 

El próximo proyecto de Lammily es un chico, que también será financiado por crowfunding. 


Comparativa del diseño del futuro chico Lammily y un Ken de Mattel. Imagen tomada de la web oficial de Lammily.

De nuevo, los datos para crear al chico Lammily están sacados de la misma fuente y sí, el muñeco representa a un chico claramente con sobrepeso (y este es el "joven promedio" según el creador de Lammily). No parece el mejor modelo a seguir. La gente podría argumentar que estas muñecas están "fofisanas", pero este término es la versión cool en español del término original en inglés "dad bod" o "cuerpo de padre". Sí, como el de Homer Simpson. Que no se consigue con un estilo de vida precisamente muy sano (sedentario, con consumo de alcohol, exceso de azúcar y grasa en las comidas, etc.). 

Si la alternativa "realista" a Barbie es una muñeca con sobrepeso, eso es tan malo como una muñeca "realista" con bajo peso. Pero sobre todo la cuestión es: si una muñeca tiene proporciones irreales ¿realmente se la puede acusar de algo? Barbie, MH, EAH... son cabezonas, con medidas imposiblemente absurdas, y su público lo sabe (y si no lo sabe tenemos un problema grave de otro tipo). Quedan bien en tanto que son muñecas, en la realidad resultarían ser engendros. Y lo sabemos. De hecho las muñecas están afectadas en su diseño por las reglas de la hipótesis del "valle inquietante": cuando una réplica antropomórfica se acerca mucho pero no alcanza la apariencia (y comportamiento) de un ser humano real, causa una respuesta de rechazo. Esta teoría se suele aplicar al campo de la robótica, y de los robots con apariencia humana, para que no nos den miedo al verlos ni parezcan "muertos vivientes". De hecho los propios muñecos de Hot Toys se verían afectados por esto y deben estar diseñados de manera que no parezcan pequeños cadáveres. La hipótesis del valle inquietante dice que si la réplica es perfecta ya no causa rechazo (los Hot Toys). Curiosamente si la réplica tiene un aspecto no humano o diferente al humano real genera empatía porque sus cualidades humanas se ven resaltadas. En el caso de las muñecas sus diseños son poco realistas, se exageran sus rasgos más agradables, sus ojos y cabezas grandes las hacen ver más adorables, y precisamente por eso gustan, porque representan personas pero no parecen humanos reales en pequeño. La aproximación a un concepto "ideal" de humano sano también genera emociones positivas. Los problemas proceden de muñecos que son "casi realistas": el casi no vale, pues entonces van a ser juzgados con dureza y rechazo (¿alguna vez habéis visto esas muñecas de porcelana tan creepies? (especialmente cuando tienen dientes) o simplemente ¿nunca os ha dado miedo un concreto muñeco por cómo estaba diseñado? -ciertos muñecos bebé...-). Yo creo que Lammily entra un poquito en el valle inquietante y por eso yo al menos siento rechazo hacia ella. A la postre, acusar a una muñeca por estar desproporcionada es un poco tonto porque implica no tener en cuenta el concepto de "muñeca" ni la hipótesis del "valle inquietante".

Además, si creas una muñeca con medidas "proporcionadas" y la dotas de sobrepeso y dices que esa es la normalidad, estás haciendo algo peor que seguir un ideal estético (aunque este sea criticable). Lammily es vendida como una muñeca aventurera que hace ejercicio, pero el cuerpo de alguien que corrientemente hace deporte no es así. Algo falla. Y si luego se intenta promover un estilo de vida sano entre los más pequeños, resulta muy contradictorio. De lo que se trata, cuando se habla del peso, es de que las personas estén en su peso adecuado, adecuado a su complexión, a su índice de masa corporal... Para cada persona hay un margen de unos cuantos kilos (peso mínimo y máximo), si los superas estás en sobrepeso y luego obeso, si no los alcanzas estás en bajo peso. A menos que se trate de una persona musculosa, entonces puede pesar más sin estar obesa, porque lo que pesa es el músculo, no la grasa. Pero no parece el caso de Lammily, no veo que en su diseño se le marquen los músculos o algo así, por eso creo que está mal concebida (si dijéramos que el promedio en el que se basa ha salido así porque hay más chicas cachas y deportistas que delgadas... pero me temo que no es por eso, porque entonces no parecería que Lammily tiene sobrepeso, estaría diseñada de otra forma). También, como ya comenté antes, el defender un promedio a través de una muñeca es peligroso. Porque muchas veces los promedios (eres una chica/o de tal edad, tienes que pesar tanto y medir tanto) son los que arruinan a la gente negando sus diferencias y medidas sanas. Por otra parte el físico son más cosas: la estructura corporal, el largo de las extremidades, y otras características en las que la gente repara menos. Y evidentemente el peso no es lo único que importa para la salud: una persona puede tener carencias nutricionales independientemente de su peso. Pero también es cierto que hay una serie de achaques asociados al exceso o la carencia de peso (o grasa), eso es así, o incluso ambos estados son consecuencia, alertan, de otras enfermedades. Luego está tan mal obsesionarse como despreocuparse en exceso.

¿Qué papel juegan las muñecas en todo esto? Si sabemos que están desproporcionadas y que incluso no pueden ser realistas para poder gustar (porque o son perfectamente realistas o causan rechazo) no pueden ser tomadas como referente.  ¿Barbie se basa en un promedio? No, Barbie creó su propio canon estético, y de hecho su diseño original se basaba en el de la muñeca Lilli, que se ideó para ¡un público adulto masculino! y de ahí sus medidas, las de una "mujer sexy" de la época (pero idealizada, claro). A las niñas de entonces les gustaba porque representaba a una mujer adulta. Ahora se ha convertido en una especie de idealización del cuerpo de una modelo, pero sigue siendo una representación irreal de un cuerpo humano. Y a veces no se adecua a lo que está proponiendo, como cuando Barbie en algunas de sus películas es una adolescente y luego la muñeca es la Barbie adulta de siempre. Otras veces el canon estético no es aceptado: Barbie fracasó en China porque, entre otras cosas, no encajaba en el canon de belleza chino, mas "cute" o "mono", "dulce", que "sexy" o "adulto". Creo que el problema de Barbie es arrastrar todavía elementos de su concepto original que obedecían a una estética distinta a la que se demanda ahora. Pero aún así estos podrían defenderse, porque seguimos hablando de una muñeca, una estética, y ya apunté que el problema es más bien todo lo que hay alrededor de esa muñeca, cómo se presenta, qué ofrece, qué viste o "qué puede hacer", más que su cuerpo, desnudo, en sí. Y más bien "ese cuerpo" es el que debería adecuarse a lo que "hace" esa muñeca. Si Barbie es una modelo de modas ¿tiene sentido que esté delgada? Sí, tiene sentido. (Sin embargo, si Barbie se percibiera como "extremadamente delgada" dentro de su canon muñequil, los niños la rechazarían porque parecería enfermiza). Por eso las nuevas muñecas pueden identificarse con "modelos de moda de tallas grandes" o "tallas especiales" y de ahí el hincapié de Mattel en la belleza a la hora de presentarlas. Realmente no ha variado su canon estético. Pero, si defendemos que Barbie puede ser "más cosas" entonces ¿por qué no hay una Barbie musculosa o fortachona, por ejemplo? ¿Podría haber una Barbie muy gorda? ¿O unas Barbies con otras proporciones corporales?  

Entonces, yo creo que cuando se diseña una muñeca se tiene presente el ideal estético predominante, para seguirlo o subvertirlo (o incluso ignorarlo), pero usualmente dentro de un canon caricaturesco. Veo bien que las muñecas estén delgadas y presumo que están en su "peso adecuado", sano, dentro de su mundo de ficción. -La talla no la he mencionado porque la altura depende de muchos factores y muchas veces no tiene que ver con la salud-. Veo bien que tengan un aspecto saludable. Pero también pueden ser como las Monster High, sabiendo que en su mundo ficticio son normales y están sanas mientras que comparadas con el canon planteado por otras muñecas (las EAH por ejemplo) estarían... sí, estarían muertas XD. Pero esa es la gracia, es lo que puede hacerse con las muñecas. 

Ahora bien, si una muñeca se presenta como "realista" entonces la comparación con la realidad es inevitable, y las críticas no vendrán tanto de que el muñeco de que se trate sea una representación simplificada del ser humano como del mundo jugable que le rodea y de lo que puedes hacer con él. Todos los muñecos transmiten ciertos mensajes, y las críticas son muy lícitas. Si gracias a Lammily han aparecido las nuevas Barbies, podemos estar contentos. Pero el motivo de su aparición no debería ser "enseñar que las diferencias físicas están bien y son aceptables" (porque estás asumiendo que antes no lo eran o que estabas promoviendo un ideal de belleza monolítico) sino el fomento de la imaginación y libertad creativa del niño, que pasa por darle más oportunidades de representar la realidad, mediante diferentes diseños corporales, faciales, raciales, de edad, etc. dentro de un concreto canon estético que debe evitar caer en el "valle inquietante". De lo que se trata es de que el "universo Barbie" (en este caso, o el de los muñecos que sean) sea más variado y creativo, ofrezca más posibilidades de juego, más que un simple "vamos a parecernos a la realidad": será el niño o niña quien decida si juega a algo realista o a algo más fantástico. Con todo, si ofertas juguetes y muñecos para jugar, por ejemplo "a la vida cotidiana", estos juguetes representan, simbolizan "elementos reales", y ya ni siquiera se trata de que sean de colores o formas muy realistas, pero sí al menos debes presentar todos los elementos necesarios para poder llevar a cabo la acción propuesta (poder "representarla"). Y muchas veces sí, el parecido con la realidad te lo van a agradecer (mucho) los niños, pero más en los accesorios y muebles que en el muñeco en sí, un avatar agradable y simpático, estilizado, de los propios niños. Hasta que en otras ocasiones lo que pueden estar buscando es justamente una muñeca en sí misma más realista... pero que no sea inquietante. Como ya apunté, el realismo más bien pasa por un diseño corporal que permita al muñeco realizar muchas acciones, y no tanto o no sólo la estética  "hiperrealista" (por eso es un paso adelante que Barbie pueda usar zapato plano o zapato de tacón y no sólo este último; así es más versátil). Por último, cuando se critica el sexismo, es porque coarta esa libertad de juego, diciéndoles a los niños varones que está mal jugar con muñecas, por ejemplo, o diciéndoles sutilmente a las niñas a qué deben jugar con sus muñecas y sobre todo diseñando las muñecas para que sean menos versátiles y originales en base a unas ideas preconcebidas y estáticas. 

Porque el "problema" del universo Barbie es que pivota sobre tres ejes fundamentales: ser un icono de moda, mostrar un estilo de vida glamuroso, y ser "rosa" (ser muy femenina de una manera conservadora y sexista). Dentro de esos parámetros el margen de acción de Barbie es escaso, por muy buenas intenciones que se tengan, y a menudo Barbie cae en su propio "valle inquietante" porque pretende ser "real" cuando todo su universo es una fantasía de lujo y sofisticación llevada a veces a extremos ridículos que son los que generan rechazo (empacho de rosa). Sólo cuando se dedica a ser una "maniquí" en las ediciones de coleccionista es cuando escapa un poco de eso -vuelve a los orígenes de su concepción, y se ve cómo es más versátil- e incluso esto se aprecia en la propia línea Fashionistas donde las muñecas sí que son más "realistas" (ropa, rasgos faciales), antes ya de los nuevos modelos, en la medida en que se salen un poco de ese rosado e invariable universo Barbie. 
Las Barbies de Colección demuestran que Barbie puede ser una superheroína o la protagonista de una distopía... La cuestión es que estas posibilidades no se trasladan al universo Barbie central (y además son muñecas mucho más caras). Imágenes oficiales de Mattel de las muñecas Barbie de Wonder Woman (de la película Batman vs Superman) y Cuatro y Tris de la saga Divergente.

Y por mucho que Barbie sea todo lo dicho y se venda como una modelo, en la realidad lo que las niñas y niños ven es una representación humana con la que van a jugar a lo que se les ocurra... y a lo que puedan. Esto es lo que es ignorado por la industria, que quiere ofrecer "libertad" pero dentro de unos concretos parámetros, y de ahí la elaboración de estas rebuscadas campañas de publicidad.

Por otra parte, si se diseña a un muñeco como "modelo de algo" entonces se debe estudiar qué es modélico y diseñarlo todo con mucho cuidado. No es lo mismo presentar diferentes tipos de físicos, y ya está, que decir que todos los físicos son igual de bellos. Aquí entramos en una polémica interesante, porque se puede presentar una muñeca obesa como bonita, pero ¿podemos decir que es un canon estético saludable? El problema de Barbie es que quiere ser "una inspiración" y trata de difundir diversos mensajes positivos especialmente dirigidos a los padres, pero esta estrategia de marketing se puede volver en contra del producto si no se hacen bien las cosas. Ahora se discute mucho el tema de las modelos "curvy" (alguna ha declarado que no querían que adelgazase) y de los "fofisanos" ¿están sanos de verdad? porque en la realidad de lo que se trata es de estar sano. Pero si prima lo bonito por encima de lo saludable, ahí empiezan los problemas, sea por un extremo o por el otro. 

El problema que he criticado por tanto en este larguísimo post (lo siento, primero pensé en dividirlo en varias partes pero al final me pareció que en una entrada única se entendía todo mejor) es el cómo se venden las muñecas. Veo mal que Lammily dependa tanto de su comparación con Barbie, y sí, entiendo como dije la intención, y la idea de crear otro tipo de muñeca la considero buena... pero personalmente su ejecución no me parece correcta ni adecuada tal y como se ha planteado. Por otra parte me parece estupendo que haya nuevas Barbies de diversos tamaños, precisamente porque incrementan las posibilidades de juego y de representación (las Fashionistas casi me están empezando a reconciliar con Barbie, especialmente por sus rostros ¡porque al final en lo que me fijo es en las caras!) y sí que las considero un paso adelante, pero no que Mattel parezca haberlas lanzado por presión social (u oportunismo, o por la crisis que está viviendo) más que porque haya decidido innovar verdaderamente en el concepto de Barbie, y que cree discursos discutibles para venderlas. Sobre todo la obsesión por justificar sus decisiones con la belleza: ¿por qué no sacar también muñecas de rasgos "difíciles" o que se puedan considerar "feas" o "raras" (pero interesantes, bien hechas -que no sean feas porque tienen aspecto de muñeca barata-, y sin representar villanos) y tipos de cuerpos aún más variados, obviar los discursos modélicos y dejar que los niños hagan con ellas lo que quieran -algo de eso generó a las Monster High-? 

Para terminar, ya mucha gente se pregunta si Mattel va a hacer lo mismo con Ken, y si lanzará el Ken Petite, el Ken Curvy y el Ken Tall (con este en particular tengo mis dudas ¿un Ken aún más alto? Igual es mucho plástico qué gastar...).