domingo, 19 de febrero de 2017

Las muñecas de Prodigiosa Ladybug

En la entrada anterior hablaba de las muñecas de DC Superhero Girls, y entre otras cosas, comentaba que quizá la premisa de un instituto de superhéroes tenía sus problemas. 

Cierto es que el poner a un adolescente corriendo aventuras arriesgadas es algo muy habitual en los productos para público joven, es emocionante, divertido, se hace desde un punto de vista fantasioso y orientado al desarrollo de los espectadores, pero vamos a ver el caso de Ladybug para observar las diferencias entre normalizar la situación hasta el punto de estudiar para ser superhéroe y que se trate de algo más accidental y poco habitual.

Imagen promocional oficial de la serie.

Miraculous Ladybug o como se la conoce en España, Prodigiosa Ladybug, es antes una serie de animación en CGI que se emite en el Disney Channel, que una franquicia de muñecas (las cuales han aparecido el año pasado). Es decir, aquí lo principal es la serie, que está cosechando un gran éxito a juzgar por la cantidad de atención que se le dedica en las propias redes sociales e Internet. Ya existen grupos de fans, teorías acerca de la trama y los personajes, y auténtica pasión por la relación entre Marinette y Adrien, los protagonistas.

La serie trata sobre Marinette, "una chica normal" (como nos cuenta el opening) que un buen día se "encuentra" con un prodigio o "miraculous" (luego se verá que no fue algo tan accidental), un artefacto que le permite transformarse en "Ladybug", una heroína enmascarada que protegerá París del ataque de las personas poseídas por los "akumas", representados por mariposas que les envía el misterioso villano, cuyo deseo es hacerse con todos esos prodigios mágicos. Gracias a su prodigio, Ladybug puede "exorcizar" los akumas de la gente, y además cuenta con la guía de Tiki, una criaturita adorable inspirada en una mariquita (la personificación del prodigio). Cuando se transforma en Ladybug, Marinette luce un traje rojo con topos negros (de ahí lo de Ladybug, mariquita en inglés) y posee impresionantes habilidades físicas. Un aspecto curioso de sus poderes es que el prodigio genera un objeto que le permitirá acabar con la posesión del akuma derrotando a su oponente sin hacerle daño (al fin y al cabo es una persona inocente poseída), pero ella tiene que deducir para qué sirve ese objeto (suelen ser cosas cotidianas y que a priori parecen poco útiles contra un villano con superpoderes, como un paraguas o un cono de señales). Los "akumatizados" además, son personas con conflictos internos, de ahí que puedan ser poseídos, y que al final del episodio se resolverán. 

Imagen promocional oficial de la serie. Se puede ver París al fondo y la sombra del villano.

Claramente Ladybug se inspira en las magical girls japonesas. Pero además, no está sola en su lucha, pues cuenta con la ayuda de Cat Noir (o Chat Noir, depende de la versión), que no es otro que su amado Adrien, un muchacho guapo, rico y muy admirado, pues es modelo de modas. Junto a este último rasgo que a mi me pareció poco habitual en los galanes -además resulta que su padre es diseñador de ropa-, tenemos también que es muy buen chico e incluso tímido... y está enamorado de Ladybug, pero como ninguno conoce sus identidades reales, tenemos el drama servido, pues a Marinette le gusta Adrien, pero rechaza a Cat Noir, su alter ego, ya que bajo este suele comportarse de una forma ligona y algo chulesca, no se parece a su querido Adrien... Al principio, no se llevan bien, luego llegan a formar un gran equipo. Pero el caso es que Marinette quiere a Adrien y no a Cat Noir, y Adrien está enamorado de Ladybug pero en principio no de Marinette... que además tiene una "rival" en su interés por Adrien (Chloe, típica "mala" rubia, clásica "villana de instituto" por así decir) mientras trata de acercarse a él. Pese a lo expuesto, la serie consigue que apreciemos a todos los personajes -aunque parta de clichés no los desarrolla de una manera burda y sí muchas veces con un cierto componente educativo o aleccionador-, ya que la mayoría tienen personalidades muy agradables, en especial la protagonista, que cuenta con el apoyo de su mejor amiga, Alya, fan de Ladybug y que tiene un blog dedicado a ella (pero ignora que es la propia Marinette). No es de extrañar el éxito que ha cosechado la serie, pues junto al enfrentamiento del akumatizado de cada capítulo -siguiendo la fórmula del "monstruo de la semana"-, tenemos la colaboración de dos héroes de diferente sexo, y una historia de amor, identidades secretas, y varios misterios, como la existencia de más prodigios o la duda acerca de la identidad real del villano y sus verdaderas intenciones.

De este manera la serie, dirigida a un público infantil, presenta tramas de acción pero "sin sangre", pues se trata sencillamente de "volver buenos", "regresar a la normalidad" a los villanos. Por otra parte, los héroes son unos pocos y concretos personajes, y existe un misterio a resolver. Aunque sea arriesgado lo que hacen, y fantasioso, parece más verosímil y menos forzado que un "instituto de superhéroes".

Imagen oficial de los productos de Prodigiosa Ladybug (su nombre en España) de Bandai.

Esta producción francesa no ha tardado en llegar al mercado muñequil de la mano de Bandai, aunque como suele pasar cuando se trata de merchandising de una serie, la primera tanda de muñecas sólo ha consistido en lanzar modelos de los dos personajes principales. La suerte es que son chico y chica, así que tenemos a Marinette, con la ropa que usa en la serie, y a Ladybug, con el traje de heroína y el antifaz pintado, pero también a Adrien y a Cat Noir. Los cuatro muñecos son articulados, y están tratados de idéntica manera, sólo puede lamentarse un poco el pelo de plástico de Adrien y Cat Noir, pero bueno. También son comprensibles los antifaces y guantes pintados; lo bueno es que se puede tener a los héroes y a sus alter egos de manera separada, con el aspecto que lucen en la serie.

Muñecas de Bandai de Cat Noir y Ladybug, y Marinette y Adrien, sus identidades reales. Aunque no aparecen en la foto, los personajes masculinos también incluyen un accesorio. Fotos tomadas de la web de Toys´rus. Se venden por separado, aunque hay un pack de los dos héroes juntos.

Aparte tenemos diversas figuras de acción, las de ambos personajes con su aspecto corriente y como héroes, y luego unas especiales sólo de Ladybug, una Ladybug voladora y otra en su Rueda Giratoria con música. También se puede adquirir el prodigio de Ladybug (sus pendientes) junto con sus guantes, antifaz y bolso, y su intercomunicador redondo que funciona como tal. Que yo sepa el anillo de Cat Noir y su bastón no se han puesto a la venta, sin embargo. El caso es que una mini franquicia como esta ya tiene más muñecos masculinos en el mercado que la de las DC Superhero Girls T-T (me pregunto sobre estas últimas si lanzarán en algún momento un pack doble de Star Sapphire con Linterna Verde, porque parece un remedo de Cleo de Nile, pero vete a saber...). 

¡Conviértete en Marinette/Ladybug! Imagen de la web de Toys´rus.

Los trajes de ambos personajes tienen relación con el tema de la suerte (un gato negro y una mariquita). El traje de Ladybug es enterizo, pero llamativamente ceñido al cuerpo, aunque el tratamiento del de Cat Noir es igual -si hasta lleva un cascabel y todo-. Esto hace que no se produzca el contraste que se da entre los superhéroes y las superheroínas, que no suelen estar estéticamente tratados igual. Aquí sí (incluso los dos tienen su secuencia de transformación mágica). Con todo, el traje de Ladybug sigue resultando exageradamente ceñido -en la animación CGI por momentos parece pintado-, y eso que el diseño tan estilizado de los personajes, poco voluptuoso, y el propio tratamiento de los mismos, tan natural, provoca un efecto poco sexualizador (porque no hay cosificación de los personajes); más bien ese efecto estaría en la mirada del espectador, pero Marinette (o Adrien) no son presentados para resaltar lo sexy que son -además de que son personajes jovencitos-. Las poses y gestos de Ladybug son más de fuerza o capacidad que de "qué mona soy" -y no lleva tacones-. No deja de ser curioso este efecto aparentemente contradictorio. ¿Hubiera sido mejor otro diseño para los trajes? El público infantil los ha asumido con naturalidad, y al menos, como ya he resaltado, no hay diferencias por sexo en cuanto a la estética. Y esto me hace preguntarme ¿podría un chico sentirse algo "ridiculillo" llevando un disfraz de Cat Noir? Si este mismo traje lo llevase una chica seguramente la respuesta sería "no". Pero cascabel, orejitas... Por eso resulta tan interesante que hayan diseñado al personaje masculino de esta manera, usando los mismos criterios estéticos que para el personaje femenino. Y ha tenido buena acogida. Así que creo que en este punto concreto no hay sexismo, otra cosa ya es que estos diseños nos gusten o no.
Figuras de acción de Ladybug y Cat Noir. Imagen de El Corte Inglés.

El caso de Ladybug es el de una serie de éxito que lanza muñecas, y aunque posiblemente no haya más muñecas una vez se termine, pues dependen de la serie que las ha popularizado (aunque debido al éxito que ha cosechado va a continuar con más temporadas), estas Navidades sin duda fue uno de los juguetes de moda (he visto agotarse los muñecos de la balda correspondiente en el supermercado). 

Y esto ha motivado la aparición de más muñecos, como la muñeca de Chloe y su versión "akumatizada", Antibug, que todavía no ha llegado a España. Mediante la posesión que sufren por causa del villano de la serie, algunos personajes cercanos a Marinette se han enfrentado a ella, como es el caso de su propia amiga, Alya, convertida en Lady WiFi, de la que sin embargo sólo existe versión en figura de acción. Es curioso que hayan preferido lanzar antes la muñeca de Chloe que la de Alya, y al parecer también existe una versión de Marinette y Chloe con ropa de fiesta. Teniendo en cuenta que hay más personajes que merecerían su versión en muñeca antes que lanzar ese tipo de variantes, no parece la mejor política por parte de Bandai. ¿Cómo jugar a lo que se ve en la serie sin los muñecos de los demás personajes? No queda más remedio que recurrir a muñecos de otras marcas y personalizarlos para que se parezcan. 

Muñecas de Chloe y de Antibug, de Bandai. Imágenes tomadas de amazon.com.

Alya como Lady WiFi, figura de acción de Bandai. Imagen tomada de amazon.com.

Llama la atención el que Bandai haya enfocado el merchandise de la serie de la misma forma que Mattel su franquicia de las DC Superhero Girls: tenemos muñecas maniquí, figuras de acción, disfraces (en este caso sólo de Ladybug), juguetes de los objetos utilizados en la serie, y merchandising diverso "para niñas". Y es que aunque la serie está gozando de gran éxito y se ha esforzado por presentar un personaje masculino protagonista también, se ha primado el enfocar la publicidad de la serie y el merchandising hacia el público femenino (al fin y al cabo se emite en Disney Channel y aparentemente aunque es un canal genérico, se considera que es más consumido por niñas y chicas adolescentes -caso de Los Descendientes- y de ahí la aparición de Disney XD -no, aunque lo parezca no me estoy riendoXD, es que el canal se llama así- para apelar al público "masculino"). 

Disfraz infantil de Ladybug. Imagen tomada de la web de Toys´rus.

Aunque Ladybug no está exenta de aspectos criticables, al tratarse de una creación más reciente (que los cómics originales de DC) y dirigida al público infantil desde el principio, y sobre todo, al plantear una relación de colaboración entre un chico y una chica, creo que como concepto es mejor que el de las DC Superhero Girls, y no es de extrañar el éxito que ha tenido. Ladybug al menos, y como digo con los defectos que pueda tener la serie, es la protagonista absoluta de su propio espacio, que comprende toda la ciudad a la que protege, su "mundo real" que es también el de los demás personajes, de toda edad, sexo y condición. No se encuentra en un mundo aparte, especial, "femenino", segregado. Y puede tener un compañero masculino en sus andanzas y también enamorarse. En el aspecto negativo, tenemos ciertas tramas y personajes cliché, la faceta "corriente" de la propia Marinette, bastante tópica -aunque tierna- también, con la timidez que le impide acercarse a Adrien (y genera mucha tensión y expectación sobre su relación entre el público, claro)... pero que también tiene sus propios gustos, aficiones e intereses, y sueños, con una buena amiga y personajes que, siendo bastante típicos, van teniendo un progreso. Además, aunque mantenga su identidad real en secreto, Marinette como Ladybug es conocida y aclamada como heroína. Aunque lamentablemente siga orientándose su merchandising "sólo a niñas" y se caiga en el sexismo habitual en este tipo de productos, para variar, la serie de Ladybug ha generado unas muñecas a tener en cuenta y un fenómeno que creo que es interesante conocer para observar cómo las heroínas tienen éxito entre el público "femenino". No dejo de pensar que Ladybug me recuerda a un Spiderman con poderes mágicos, ya que aunque inspirada en las magical girls, la serie también tiene a los superhéroes como influencia clara, por lo que puede compararse con la franquicia de las DC Superhero Girls. Ciertamente, para mi gusto las muñecas de Mattel son más interesantes, y las encuentro más bonitas, pero no se puede decir que Bandai haya hecho un mal trabajo con estas muñecas, y lo mejor es que están articuladas y combinan bien con las de otras marcas. Además de que los dobletes de personajes, con muñecas diferenciadas para la faceta "corriente" y la faceta "heroica" de cada personaje, me parecen una buena idea, pues de esta manera no importa que las muñecas de Ladybug y Cat Noir incorporen partes pintadas, como el antifaz en el rostro. 

Ahora ya sólo toca esperar a ver si la familia de muñecas de Ladybug sigue creciendo junto al éxito de la serie. Ciertamente es una colección con fecha de caducidad, pues cuando la serie deje de emitirse el interés por los muñecos decaerá, aunque posiblemente los fans sigan recordándola y buscando su merchandising. En este caso, lo más importante es la serie, que no ha sido diseñada, como en los dos casos anteriores, para vender muñecas, sino que estas son un producto accesorio, derivado. Pero que merece la pena tener en cuenta.