Este año hemos asistido a la aparición de nuevas colecciones de muñecas de las que todavía no he hablado, que giran en torno a dos temáticas: las ciencias y la tecnología, y el mundo de las superheroínas, estilo "magical girl" como Ladybug o bien como las famosas heroínas de DC cómics. Así que he decidido hacer un pequeño análisis de cada una de estas colecciones y su forma de venderlas. En este artículo comenzaré por las muñecas "científicas" de Project Mc2.
Project Mc2 es una nueva franquicia de muñecas creadas por MGA, la misma compañía que ideó las Bratz. Estas muñecas están teniendo una buena acogida en los Estados Unidos, con la aparición de nuevos productos que todavía tardarán en llegar a España, pero por aquí ya tenemos la primera ola de muñecas básicas, así como el llamado "bolso de espía", el "kit de laboratorio" y el diario interactivo. Parece que por fin MGA ha conseguido dar con un producto que puede volver a ponerle en la brecha del mundo muñequil, aunque el que vuelva a rivalizar con Mattel se antoja difícil. Por cierto que en España las está distribuyendo Famosa, pues claramente son una creación de MGA pero han debido de llegar a algún acuerdo aquí en España porque aparecen bajo la marca patria; no sé si pueden estar produciendo o colaborando en algún sentido. El caso es que, estando en España en manos de Famosa, hay muchas posibilidades de que todo el surtido que ya ha aparecido en USA termine llegando a nuestro país. Pero no se puede decir que sean "muñecas de Famosa" al uso, como la Nancy o el Nenuco.
Imagen promocional de estas muñecas en España, tomada de la web de El Corte Inglés.
El principal concepto en el que se basan las muñecas de Project Mc2 es el de "acercar a las chicas al mundo de la ciencia", y de hecho el eslogan de esta franquicia es "Smart is the new cool" (se podría traducir como "la inteligencia/ser inteligente es el nuevo cool /está de moda -en España se ha traducido oficialmente como "lo guay es ser inteligente"-). La idea para estas muñecas parte claramente del problema que se lleva advirtiendo de la menor presencia de las mujeres en el mundo de la ciencia; hay menos estudiantes femeninas en disciplinas tecnológicas y de ciencias puras en general, da la impresión de que las chicas están menos interesadas o motivadas en abrirse camino por allí, y por ello estas muñecas tratan de descubrirles a las niñas (a partir de los seis años) y preadolescentes lo fascinante que puede ser el mundo de las S.T.E.A.M., en inglés, Science (Ciencias, entendiendo por tales Química, Física, Biología...), Technology (Tecnología), Engineering (Ingeniería), Art (han incluido no obstante el Arte, lo cual me llama la atención), y Maths (Matemáticas). En torno a estas disciplinas se organizan los proyectos o experimentos que se proponen con cada muñeca, pues no sólo adquirimos esta, sino que en la caja se incluye un accesorio que, siguiendo las instrucciones propuestas, nos permitirá hacer cosas tan curiosas como una mini lámpara de lava o un colgante fluorescente.
La muñeca básica de McKeyla, la protagonista, que incluye la carcasa de una lámpara de lava. Dentro de la caja vienen las instrucciones para fabricarla con ingredientes fáciles de conseguir.
Las muñecas incluyen una peana, peine y varios accesorios. Imágenes tomadas de amazon.com.
A su vez, pueden adquirirse maletines con más accesorios (de tamaño real) para continuar realizando experimentos, así como divertidos gadgets relacionados con el otro concepto en el que se basan estas muñecas: el mundo del espionaje. De ahí que muchos de estos artilugios o los propios maletines aparezcan "camuflados" con el aspecto de bolsos, útiles de belleza, etc.
Los maletines para experimentos. Imágenes oficiales (España), tomadas de la web de El Corte Inglés.
Como es habitual a día de hoy, cada muñeca representa un personaje, cuya historia se nos cuenta en la serie de imagen real (en este caso no es de dibujos) del mismo título que podemos encontrar en Netflix (en castellano ya han aparecido tres temporadas). La trama tiene como protagonista a McKeyla McAlister (el título de la franquicia alude a la doble Mc del nombre de este personaje, una Mc al cuadrado que también hace referencia a la famosa ecuación), una espía adolescente que trabaja para una organización súper secreta que sólo tiene agentes femeninas. Infiltrada en un instituto para llevar a cabo una de sus muchas misiones, por fin se le permitirá echar raíces gracias a, curiosamente, ser descubierta por sus inteligentes compañeras, Bryden Bandweth, experta en últimas tecnologías y adicta al selfie, Camryn Coyle, que es la experta en ingeniería y por tanto, en construir artefactos (como su monopatín a reacción), y Adrienne Attoms, que se dedica a lo que ella llama "química culinaria" y es experta tanto en cocina como en reacciones químicas. McKeyla entonces deberá quedarse con este grupo para entrenarlas como espías, y por fin tendrá amigas. Y como vemos, cada uno de los cuatro personajes posee una especialidad, (McKeyla sería la menos definida poseyendo un poco de todas las habilidades), y se complementan en sus misiones (es gracioso el detalle de que todos sus nombres empiezan por la misma inicial, y parece que irán cubriendo todas las letras del alfabeto).
La muñeca básica de Bryden, la apasionada de la informática y las redes sociales, y su colgante fluorescente. Imágenes de amazon.com.
En cuanto al diseño de los personajes, cada una de las chicas tiene un estilo propio de vestir y presenta rasgos faciales y étnicos diferentes, con looks relativamente originales dentro del mundo muñequil (aunque podemos preguntarnos por qué Bryden evoca un poco a la Monster High Kjersti Trollson con gafas-pixel y todo, o por qué todas las amantes de las plantas tienen que ser pelirrojas -más abajo veréis a quién me refiero-). Esto hace que su aspecto resulte muy llamativo, y hay que decir que las actrices de la serie visten como las propias muñecas y se parecen a estas (o más bien sería al revés), y también utilizan en la serie los artilugios que luego pueden (o podrán) adquirirse en tiendas. En Estados Unidos ya han aparecido sets pequeños con artefactos tales como un detector de mentiras o un labial-grabadora. La propia McKeyla tiene un diario-tablet (una inteligencia artificial que camufla en una simple libreta, aunque el emoticono que la representa no deja de parecerme demasiado simplón) que puede remedarse con el "diario interactivo" que hay en tiendas, sustituyendo la tablet por nuestro propio móvil y descargando la app que permite completar el libro de actividades que incluye. También trae un rotulador de tinta invisible que se puede ver con una linternita especial, sonidos y una pulsera que interactúa con el "diario" (en este sentido me parece más completo que los diarios de otras franquicias).
El diario interactivo que simula ser un simple cuaderno. Imagen oficial (España) tomada de la web de El Corte Inglés.
Entrando en el análisis de las propias muñecas, estas están "completamente" articuladas (pueden adoptar cualquier pose y tocarse el rostro, si bien, como viene siendo habitual, el tronco es rígido y carecen de articulación en el tobillo), son bastante delgaditas y de aspecto adolescente, con grandes cabezas y largas melenas, con ojos de vinilo (no pintados), y largas pestañas postizas, lo que las hace diferenciarse de otras muñecas similares, y algo que me ha llamado la atención son sus pies. Esta es otra diferencia con las muñecas afines, ya que mientras que unas muñecas traen pie plano, otras traen pie en punta, no todas tienen los pies iguales. Es decir, McKeyla y Camryn (que tienen pies para zapato plano) no pueden usar los zapatos de Adrienne y Bryden (que traen pies de punta). No sé si esto puede suponer un handicap para estas muñecas, ya que dificulta el intercambio de zapatos entre ellas y el hacer cambios de estilo, que parece que MGA ha querido definirlo tanto que ha llegado a imposibilitar que algunas muñecas usen zapatos de tacón (al revés no pasa esto ya que están los típicos zapatos con cuña interna como los que usa la Barbie cuando lleva deportivas, por ejemplo). Curioso.
La muñeca básica de Camryn, la ingeniera. Incluye piezas para crear y personalizar un skate para la muñeca, en el que el personaje suele desplazarse. Imágenes de amazon.com.
En cuanto a la ropa y accesorios de estas muñecas, están realmente cuidados -luego se podría discutir si son un poco o muy estereotipados en relación a su rol en el grupo-, al menos dos de ellas incluyen gafas, y todas traen accesorios para el pelo. McKeyla sería la más hipster, el look de Bryden hace referencia a su pasión por la informática, el de Camryn es muy deportivo y la más girly sería Adrienne... que, un poco al estilo de lo que pasó con Draculaura, se está perfilando como uno de los personajes más populares. Quizá esto sea debido también a la dinámica de la serie: lamentablemente las personalidades de Bryden y Camryn están peor definidas (McKeyla es la prota, así que da igual porque siempre va a ser relevante en la trama), mientras que Adrienne tiene un carácter más marcado... Bueno, hay que comentar una curiosidad sobre Adrienne: es de origen español (sí, español de España XDD) e incluso al parecer su abuela española fue quien le enseñó los secretos de la química culinaria (?). Creo que esto puede haberse basado en la fama de los cocineros estilo Ferrán Adriá, porque si no, no me lo explico. (¿Tendrá alguna relación la inclusión de este personaje con Famosa? Porque hubiera sido más normal que fuera de origen latino...). Decir también que en la serie original Adrienne introduce muchas expresiones en castellano que con el doblaje al español lamentablemente se pierden, pero que le dan una característica forma de hablar, lo que sumado a su forma de ser, mezcla de algún que otro cliché de comportamiento español-latino y de la típica personalidad "girly" (femenina), terminan por convertirla en el personaje más individualizable y que quizá, pueda resultar más simpático a la audiencia infantil. La comparo con Draculaura porque parece que al final, el personaje vestido de rosa es el que más llama la atención, pero quizá sea porque es el que mejor encarna el contraste entre lo tradicional (dulce, rosa, femenino tópico) y lo nuevo (gusto por las ciencias en este caso; color negro y monstruos en el otro). Además todo el asunto de la cocina con experimentos químicos quizá resulte un poquito más original y accesible que los experimentos de otro tipo que, en una serie de estas características, terminan por convertirse en ciencia "muy de película".
La muñeca básica de Adrienne, la experta en química, y su volcán. Imagen tomada de amazon.com.
En estas imágenes (amazon.com) se pueden apreciar los ojos de vinilo de las muñecas, sus largas pestañas y cómo les quedan las gafas. Creo que los rostros son uno de los puntos fuertes de estas muñecas.
De hecho, entrando ahora en lo que es la crítica de la serie que se ha creado para vender estas muñecas (no tiene otro fin, después de todo), personalmente tengo que decir que no me ha gustado. Mientras que otras series (en este caso animadas), aunque se trate de productos infantiles con un fin comercial, se siguen con bastante gusto e incluso son entretenidas y tienen su intríngulis, en el caso de esta la he encontrado demasiado exagerada en su planteamiento y muy, muy infantil, casi a veces hasta extremos sonrojantes. Quizá el problema, aparte del hecho de ser de imagen real, por lo que quizá estás esperando un poco más de verosimilitud, sea que hayan mezclado el tema de la promoción de las ciencias entre el público femenino, con el tema de los espías adolescentes, y todo regado de clichés sexistas pese a todo. Me explico.
Imagen promocional de la serie de Netflix.
Yo entiendo la intención de estas muñecas y me parece buena. De hecho, las muñecas en sí, y los experimentos que las acompañan, me parecen una forma muy original de plantear unos juguetes. No tengo gran cosa que objetarles en tanto que tales. Incluso entiendo los artilugios "de espía" de juguete, como una barra de labios para mandar mensajes secretos y otras cosas así. Como juguetes, funcionan. Pero cuando se trata de armar una serie con esos elementos, el problema es que, quizá, deberían haberse decantado por uno de los dos aspectos y no entremezclar ambos. Una buena serie habría sido simplemente que un grupo de amigas aficionadas al estudio de las ciencias y la tecnología utilizaran sus habilidades y saberes para ayudar a sus compañeros de clase o familiares, o que incluso creasen por su cuenta un "club de detectives" o algo parecido y empleasen los artefactos ideados por ellas mismas para resolver los casos (como sucede en la serie original) pudiendo llegar a "salvar el día". Pero en este caso decidieron ir más allá, y los problemas de credibilidad empiezan cuando se mete una organización de espionaje "de verdad" y supervillanos por el medio y a adolescentes salvando el mundo. El tratamiento de sus misiones termina por ser tremendamente infantiloide y la propia serie se lo toma todo muy poco en serio (la ambientación, decorados, la actitud y reacciones de los personajes, todo está muy exagerado, y mira que estoy acostumbrada a las series de este tipo). Encima, como son agentes secretas, no pueden contar a nadie ninguno de sus logros, por lo que ¿de qué sirve que sean genios de las ciencias y salven el mundo si nadie se va a enterar? Si se trataba de promocionar el gusto por las ciencias, los personajes deberían ser recompensados por sus habilidades públicamente, no que al final, en el fondo, parezca que deban seguir pasando por "chicas normales un poco excéntricas si acaso". La serie y la propia franquicia no deja de partir en el fondo del cliché de que "para las chicas lo más importante es ser fashion" (algo que se relaciona con la necesidad de vender muñecas maniquí, no hay que olvidarlo) y por eso se hace tanto hincapié en "hacer ciencia con estilo" para "atraer" a las chicas, como si no se las pudiera atraer con la ciencia en sí, y de ahí que Adrienne sea el personaje que mejor encarne este concepto. Por otra parte que para que las chicas destaquen en ciencia sea preciso crear un grupo exclusivamente de chicas, que hagan las misiones, es más, que la propia organización secreta esté compuesta sólo por mujeres, hace que todo se vea aún más irreal, más extraño, incluso que resulte preocupante (¿hay que eliminar a los chicos para que las chicas puedan usar sus habilidades, destacar, y demostrar sus gustos "raros", "poco femeninos" sin sentirse cohibidas por, no sé, no gustar?) y termine por resultar más sexista al final, excluyendo a los varones como amigos y compañeros en el mundo de las ciencias pero también del espionaje. ¿Por qué hay que dejar a los chicos fuera de la ecuación?
Las muñecas que todavía no han aparecido en España: Ember Evergreen, y su jardín en miniatura (a esto me refería con que parece que todas las amantes de las plantas son pelirrojas), y Devon D´Marco, con su pintura en relieve. Imágenes de amazon.com.
Esto, traducido al mundo muñequil, implica que vamos a tener más muñecas, pues ya han aparecido en la serie nuevas "chicas especiales" como la botánica-amante de las plantas-ecologista y la artista-grafitera (cuyas imágenes he puesto más arriba), así como nuevos modelos de las básicas, con nueva ropa y experimentos, pero ningún chico (y a menos que les dé por sacar algún personaje secundario como interés amoroso, lo cual dudo, han blindado la imposibilidad de que lleguen a existir personajes varones con eso de que sólo pueden formar parte de la organización mujeres). Como si el que apareciesen chicos fuese a crear problemas o rivalidades con las chicas o como dando a entender que, en el fondo, los chicos podrían hacerlo mejor o son los que van a hacer las "cosas serias". Todo este mundo de Project Mc2 termina por verse como muy aislado y fantasioso, como un grupito privado para hacer experimentos pero sin una verdadera traducción en el mundo real, algo que realmente anime al público femenino a tomarse en serio estas disciplinas más allá de un juego curioso e intrascendente. Aunque los propios juguetes se proponen como experimentos sencillos, se podría profundizar más en sus causas (se ofrecen explicaciones, sí, pero superficiales), entrando en la ciencia que hay detrás verdaderamente, para enseñarla, -es que al final cualquier "juguete de ciencias" resulta más completo- y aunque como digo, como juguetes a mí me parecen una novedad muy interesante y se avecinan otras aún mejores (como el coche), me pregunto si verdaderamente cuentan con solución de continuidad o una vez pasada la novedad terminarán por perder fuelle. No sé si podrá sostenerse como franquicia mucho en el tiempo. Así que la idea me gusta, el cómo se lleva a cabo, no, y me resultan interesantes las muñecas y los juguetes pero nada la serie y el marketing, y no me parece que se esté construyendo un universo detrás lo suficientemente sólido. El tiempo dirá. Y no hay chicos al mismo nivel que las chicas. Lo cual, proviniendo de MGA, creadores de los BratzBoys, es casi lo peor de todo.
El coche de Project Mc2, que todavía no se vende en España, tiene tubos de escape que emiten vapor de agua (pero no, no funciona con agua, sino con pilas, lástima). Es a control remoto. Imagen de amazon.com.
En Youtube podemos encontrar numerosos video-anuncios y pequeños especiales hechos por las propias actrices, que realizan experimentos reales en ellos además de presentar los juguetes. Están en inglés pero quizá sea uno de los aspectos más interesantes de esta franquicia, y casi recomiendo más estos vídeos que la serie en sí. Que no niego que al público infantil no le pueda entretener, pero sí que afirmo que, si la intención era promover el gusto por las ciencias y su aplicación práctica, igualmente ambientada en un instituto pero con una trama más realista, y personajes mejor definidos (y menos estereotipados) habría resultado un producto muchísimo mejor y sí habría cumplido con su supuesto objetivo, que es promover el estudio de las ciencias. De esta manera se queda en una serie que no se preocupa mucho por ofrecer explicaciones de ciencia reales, educativas, y en cambio se llena de esos típicos parlamentos de los personajes hablando de manera "científica" y "súper-complicada" pero sin decir nada realmente, dando soluciones más fantasiosas a los problemas que otra cosa. Vamos, que no la considero un buen producto para promover el gusto por la ciencia real y no sólo un acercamiento superficial y típico a esta. Existen formas de hacer atractivo este tema sin recurrir a los tópicos de siempre.
El "detector de mentiras" -que se camufla como una caja de caramelos-es uno de los "mini-experimentos" o gadgets que ya se venden en Estados Unidos, dada la buena acogida de esta nueva franquicia. Es de esperar que, si todo va bien, lleguen a España. Imagen de amazon.com.
Aparte, el marketing de esta línea de muñecas me parece un agravio comparativo hacia las Ciencias Sociales y las Humanidades: si estar más interesado en estas, es ser tonto o tonta, pues vaya. Que además suelen ser las disciplinas hacia las que socialmente suelen ser dirigidas las mujeres, por lo que, qué casualidad, aquello en lo que hay más chicas, casi siempre está considerado como peor. Por otra parte aunque "ciencia" se asocia a las llamadas ciencias puras o exactas, todo es en realidad ciencia: el propio arte es objeto de estudios científicos en tanto que arte, es una disciplina seria como las demás, -me sorprende que lo hayan incluido como materia con la que experimentar, aunque supongo que es para "atraer más a las chicas" con algo más "familiar" para ellas- y de igual manera tenemos la ciencia del Derecho, de la Educación, de la Literatura, la Filosofía, la Sociología, etc.
Además, el propio eslogan "lo guay es ser inteligente" implica que, hasta este momento, las chicas, para ser femeninas, para ser "cool", debían ser o parecer unas tontas superficiales, lo que supone en parte reforzar ese estereotipo. Entiendo lo que el eslogan quiere decir, la intención, pero de nuevo, está mal asociar "inteligencia" a un único tipo de disciplinas científicas (curiosamente, los campos científicos asociados a lo masculino; esas son las que valen, las que molan). No sé, me parece un marketing desafortunado que como siempre en el mundo muñequil, parte de clichés muy cerrados sobre lo que es una chica y lo que le gusta o debe gustar. Tampoco entiendo por qué sólo hay que conseguir que las niñas se interesen por la ciencia: ni las chicas por ser chicas presentan menos interés (que se lo quiten o las orienten hacia otro lado es otra cosa, pues queda claro que hasta ahora, las chicas eran "unas tontas" a las que sólo les interesaba la moda y maquillarse-y por cierto, les debe seguir interesando forzosamente-) ni los chicos por ser chicos ya nacen sabiendo y entendiendo matemáticas o física. ¿Cuántos chicos hay a los que ni siquiera les gustan las ciencias o son malos en ellas? Pero bueno, últimamente sólo se pueden vender muñecas a las niñas y por tanto, casi casi parece que hay que aislarlas y hacer todo lo posible para evitar que caigan en manos de algún niño varón que pueda tener interés en la lámpara de lava de McKeyla o en McKeyla en sí. No deja de ser un contrasentido, si ser "científica" es "cool" ¿por qué aislarlo del resto de aspectos de la vida y de la sociedad? ¿Por qué ocultarlo como en el fondo sucede en la serie (de hecho el hincapié que se hace en la publicidad de que son "chicas normales muy inteligentes"... es preocupante: a ver, o son normales o son muy inteligentes, no sé por qué tendrían que avergonzarse por ser esto último o por no ser "normales")? Lo más triste es que todo esto se ampara en los intentos por promover la ciencia entre las estudiantes, por lo que parece positivo y muy bonito, pero la forma de plantearlo es de lo más rancia y sexista. Es como viajar atrás en el tiempo, aunque el envoltorio sea muy moderno y parta de buenas intenciones. Las mismas de las que se suponía que partían las nuevas fashionistas de Barbie y que ya critiqué en su día, porque el resultado va contra lo que se dice defender. Aunque se intente luchar contra el estereotipo de que a las chicas no les gustan las ciencias, al forzar el que todo sea muy femenino para justificar que hacer ciencia mola porque puedes ser cool, estar en la onda, y que puedes seguir siendo femenina "pese" a ello, lo que se refuerza es que esto último sigue siendo lo más importante para una chica, y que las ciencias están muy bien pero son secundarias, porque en el fondo lo que define a una chica como tal es ser "una chica" conforme a los cánones y clichés, y no lo que le haga o a qué se dedique, eso es un añadido (y si es cool mejor). Vamos, que luchar contra un estereotipo con otro estereotipo igual de tonto no es la mejor idea, por muy buena intención que se tenga.
El labial-grabadora (todavía no se vende en España). Creo que es un poco cantoso (¿por qué tiene pilas tu labial? XD) pero al menos el mensaje grabado sólo puede escucharse cuando se coloca en la polvera, así que está seguro. Imagen de amazon.com.
En fin... no creo que deba despertarse el interés por la ciencia de maneras distintas en función del sexo, sino haciendo que las ciencias resulten verdaderamente amenas, prácticas y accesibles.
Como resumen: las muñecas y los juguetes en cuanto tales, están bastante bien, pero como fomentadores de la ciencia, no tan bien. Pese a ello, y en tanto que con sus juegos las niñas y niños pueden hacer lo que les dé la gana con ellos, pueden constituir una buena opción de compra (también para los coleccionistas), suponiendo algo nuevo y fresco en el mundo muñequil sobre un concepto poco utilizado. Lamentablemente la forma de vender estas muñecas, el desarrollo del concepto, y la serie no me gustan nada, sobre todo por darle más importancia a la trama absurda de espías que a la ciencia. Y esto a la postre sé que va a lastrar el desarrollo de una idea bastante buena... si no hubiera sexismo de por medio.
Como curiosidad final, decir que la líder de la organización de espionaje ultra secreto, que vemos siempre a través de una pantalla y cuyo nombre en clave es Codorniz, es la actriz Danica McKellar, (pareciera que el nombre de la protagonista se basa en su apellido ¿verdad?), la famosa Winnie Cooper de la serie "Aquellos maravillosos años", que es matemática en la vida real. Es decir, es una científica en la realidad, como sucede con Mayim Bialik (Amy Farrah Fowler en Big Bang Theory o la inolvidable Blossom). Danica McKellar incluso escribió un libro para demostrar a las chicas que las matemáticas pueden ser divertidas y luchar contra el estereotipo de que las ciencias y en concreto las matemáticas no son para ellas -al parecer es un estereotipo muy arraigado en USA; en España yo creo que las matemáticas tienen el sambenito de ser aburridas e incompresibles para todos en general, sin más-. Me figuro que la contrataron por todo esto, pero no puedo dejar de pensar que está muy desaprovechada. Si no lo llego a mirar en la wikipedia, ni idea tenía de que era matemática.
Y este ha sido otro de mis artículos de crítica, que llevaba un tiempo sin hacerlos XDD. El próximo, sobre otro tipo de heroínas.